jueves, 25 de enero de 2007

Promoviendo la Conservación Privada


En un nuevo proyecto, AmCham está trabajando junto a The Nature Conservancy, una de las ONGs ambientales líderes en Estados Unidos, para diseñar formas de fomentar las actividades de conservación privadas en Chile.


Desde septiembre, un alto funcionario de una de las mayores y más influyentes ONGs medioambientales de Estados Unidos se convirtió en una presencia familiar en las oficinas de AmCham, así como en las firmas de abogados, salas de conferencias corporativas y hogares de terratenientes de la zona central de Chile. Henry Tepper, director del Programa del Estado de Nueva York de The Nature Conservancy (TNC), ha estado trabajando en AmCham como socio en el área de conservación, dando inicio a una prometedora alianza entre las dos organizaciones, orientadas resultados por una meta en común que los unió: encontrar formas para promover la filantropía privada y la conservación impulsada por el sector privado en Chile.


El origen de la colaboración entre AmCham y TNC se remonta al 2004, cuando el presidente y gerente general de TNC, Steven J. McCormick, visitó Chile y se reunió con el presidente de AmCham, Michael Grasty. En dicha reunión, McCormick enfatizó que TNC es un tipo diferente de ONG, dedicada al trabajo con terratenientes privados, empresas y todos los niveles de gobierno en proyectos voluntarios y de cooperación, para conservar tierras y aguas necesarias para proteger las especies de la flora y fauna más amenazadas del mundo.


Fundada en 1951, TNC trabaja con las comunidades locales de los 50 estados de Estados Unidos y en más de 30 países. Ha expandido el denominado “movimiento de fideicomisos de tierra” en Estados Unidos, a través de los cuales millones de hectáreas de tierra, significativa en términos ecológicos, han sido protegidas voluntariamente por terratenientes individuales y corporativos, por lo general a cambio de ahorros en impuestos a la renta, estatales o de propiedad en Estados Unidos o bien de una compensación directa.


“Yo estaba intrigado por el enfoque de TNC”, sostiene el presidente de AmCham, Michael Grasty. “Aquí tenemos una organización ambientalista que se mantiene alejada de los titulares, no toma posiciones públicas respaldando ni oponiéndose a proyectos de desarrollo y, en cambio, trabaja estrechamente -y a menudo silenciosamente- con terratenientes privados y empresas, para lograr resultados excepcionales en materia de conservación. Ésta parecía el tipo de organización que podría trabajar efectivamente con AmCham aquí en Chile”.


Y TNC también estaba impresionada con lo que encontró en Chile. “La extraordinaria diversidad biológica de los paisajes, combinada con la solidez del sector privado chileno, ofrecen grandes oportunidades para la conservación. Ya hemos hecho significativos avances y a través de alianzas creativas hay un gran potencial para lograr resultados tangibles y duraderos a escalas importantes y en formas que perdurarán”, comenta McCormick.


Nuevas conversaciones culminaron con la llegada de Henry Tepper y su familia a Santiago, en septiembre. En Nueva York, Tepper fiscaliza el programa más antiguo y uno de los más grandes de TNC, con 233.000 hectáreas protegidas, una red de 185 reservas naturales privadas de acceso público, un personal de 160 miembros y un presupuesto anual de operaciones de USD 17 millones.


Estrategia Tripartita
Sabiendo que su estadía en Chile sería breve, Tepper pronto forjó una estrategia tripartita a fin de encontrar formas para aumentar la conservación natural impulsada por el sector privado en Chile, tarea en la que fue asistido por Francisco Solís y Victoria Alonso, miembros del personal de AmCham y de TNC en Chile. Tepper basó su estrategia en tres elementos:
• Explorar incentivos a la conservación privada, incluyendo posibles modificaciones a la ley tributaria de Chile, de manera de incentivar las donaciones privadas a la conservación de la tierra, además de compensaciones financieras directas;
• Desarrollar y someter a prueba un acuerdo legal modelo para la conservación de tierras, denominado servidumbre ecológica, el que podría tener un gran potencial en Chile;
• Trabajar con un pequeño grupo de terratenientes -individuos y empresas- preocupados por la conservación en la protección de sus tierras, a fin de demostrar la importancia de las actividades de conservación privadas y voluntarias.


“No dudamos en formular una ambiciosa estrategia para activar la conservación privada de tierras en Chile”, afirma Tepper. “Éste es un país en que las cosas se hacen y donde también hay un gran sentido de urgencia sobre la protección de la flora y fauna que está más amenazada”.


Tepper decidió ir tras esta estrategia luego de notar las potencialmente llamativas similitudes entre el comienzo y el posterior crecimiento explosivo de la conservación privada de tierras en Estados Unidos en los últimos 25 o 30 años, y la situación actual en Chile. “Hasta hace 30 años, cualquier conservación de tierras que se realizase en Estados Unidos era emprendida por el gobierno y eso aún es así en la mayor parte de Latinoamérica”, explica Tepper.


Sin embargo, en ese entonces, un pequeño grupo de terratenientes privados en Estados Unidos, algunos de los cuales tenían tierras de gran importancia ecológica y recreativa para todo el país, decidieron que querían tomar medidas para salvar sus propiedades. Pero no querían hacerlo sin algún tipo de incentivo financiero, aunque fuera pequeño.


Con el tiempo, esto condujo a cambios en el código tributario de Estados Unidos para procesar las donaciones privadas de tierras, o su valor de desarrollo inmobiliario, como contribuciones de caridad que facultaban al donador para recibir deducciones en los impuestos federales y estatales a la renta, reducciones en los impuestos a la propiedad y algunas veces reducciones sobre sus impuestos prediales. El resultado fue un drástico incremento en las actividades de conservación privada por parte de terratenientes en Estados Unidos.


“La mayoría de la gente no sabe de esto porque ha ocurrido silenciosamente, pero el movimiento de conservación privada de tierras y la creación de fideicomisos de tierras, que son ONGs de todos tipos y tamaños para trabajar con terratenientes en sus iniciativas, es la actividad de conservación natural de más rápido crecimiento en Estados Unidos, por un margen considerable”, señala Tepper. De hecho, en los últimos 20 años, la cantidad de fideicomisos de tierras que operan en Estados Unidos se ha duplicado con creces, a más de 1.500 organizaciones, protegiendo más de 9 millones de hectáreas.


Incentivos para la Conservación Privada
AmCham
y TNC comenzaron su trabajo en septiembre sosteniendo una serie de reuniones con abogados tributarios y especialistas en Santiago. El propósito de estas reuniones era determinar el estado actual de la ley tributaria en Chile y, en particular, si hay suficientes incentivos para fomentar las donaciones privadas de tierras para la conservación.


“La respuesta corta es que prácticamente no hay incentivos para la conservación privada en el Código Tributario de Chile”, explica Amanda Jefferson de AmCham. Roberto Peralta, experto en corporaciones y entidades sin fines de lucro del bufete de abogados Philippi, Yrarrázaval, Pulido & Brunner de Santiago, ha estado analizando posibles incentivos tributarios para donaciones en Chile.


"Hay numerosas ideas para mejorar las actuales leyes que fomentarían la conservación privada”, sostiene. “Pero necesitamos ser tanto realistas como optimistas y suponer que posiblemente será una iniciativa de largo plazo, que requerirá la colaboración entre los conservacionistas, las ONGs, las empresas, el gobierno y el Congreso chilenos".


Además de analizar las leyes tributarias chilenas, AmCham y TNC se concentraron en otro incentivo lógico: la entrega de compensaciones financieras directas para las empresas y terratenientes privados por vender sus tierras, vender el valor de desarrollo inmobiliario de una propiedad o completar e implementar planes de desarrollo sustentable a nivel forestal, agrícola o de acuicultura. Esto abrió algunas posibilidades fascinantes y prometedoras.


“Primero que todo, aprendimos que hay un amplio reconocimiento en el sector privado chileno de la necesidad de mayor y más efectiva conservación”, afirma Tepper. “También entendimos que podría haber voluntad de parte de algunas de las industrias líderes de Chile para hacer aportes, a fin de crear un fondo de conservación público-privado para el país”.


De hecho, AmCham y TNC están explorando fuentes potenciales de ingresos para un fondo de este tipo. Las posibilidades que los miembros del sector privado han recomendado incluyen una redirección parcial de los fondos del Programa de Evaluación de Impacto Ambiental de Chile, una parte de la nueva regalía o renta minera por explotar un recurso que constitucionalmente le pertenece al Estado, emisión de bonos públicos y otras innovadoras fuentes de financiamiento, tales como compensaciones de biodiversidad o bonos de carbono.


“Necesitamos practicar el arte de lo posible”, señala Alejandro Quintana, socio de Grasty Quintana Majlis & Cía, firma de abogados de Santiago. “A medida que continuemos esta labor, trabajaremos con AmCham y TNC para desarrollar proyecciones de financiamiento específicas y también evaluaremos la posibilidad política de captar una fuente de ingresos para la conservación privada”.


Servidumbre de Conservación
La segunda parte de la estrategia contemplada por AmCham y TNC es el desarrollo de un modelo de servidumbre ecológica.

“Sin ninguna duda, las dos fuerzas conductoras detrás de este increíble crecimiento de la conservación privada en Estados Unidos son la disponibilidad de incentivos tributarios y el uso de servidumbre de conservación”, dice Tepper.


En la ley inglesa común, una servidumbre ecológica es un acuerdo legal, escrito como una escritura, a través del cual el terrateniente cede los derechos de desarrollo de sus tierras a una organización sin fines de lucro, para la conservación de la tierra o a una entidad gubernamental, mientras retiene todos los demás derechos de propiedad.

Según Land Trust Alliance, entidad estadounidense que provee servicios de asesoría a los 1.500 fideicomisos de tierra del país, hay tres razones por la que la servidumbre ecológica se ha convertido en una herramienta tan popular y exitosa para la conservación privada de tierras.


En primer lugar, el terrateniente no tiene que ceder la tenencia de la propiedad y puede seguir viviendo en ella, venderla o traspasarla a sus hijos o herederos; en segundo lugar, en Estados Unidos, la donación de una servidumbre ecológica faculta al terrateniente para recibir una deducción de impuesto a la renta y una reducción en los impuestos a la propiedad; y en tercer lugar, las servidumbres ecológicas no prohíben todo desarrollo, sino que cada servidumbre se diseña específicamente para las necesidades de la propiedad y el terrateniente de manera individual, y se puede permitir el desarrollo limitado al igual que la gestión sustentable de tierras.
TNC está adaptando las servidumbres ecológicas al sistema legal napoleónico que impera en Chile y en otras partes de Latinoamérica. Uno de los productos clave de la alianza de conservación de Tepper en AmCham será una nueva servidumbre acotada de conservación para uso en Chile, para la cual reclutó la ayuda de Carlos Fernández, abogado de TNC.


Fernández, quien viajó a Santiago en noviembre para reunirse con abogados chilenos, comenta que quedó sorprendido por el nivel de interés que había en la comunidad legal chilena sobre el uso y potencial de las servidumbres de conservación. “Puede ser que que haya llegado el momento de utilizar esta técnica aquí”, señala.


Proyectos Pilotos
La tercera parte de la estrategia de Tepper apuntaba a trabajar con un pequeño grupo de terratenientes privados que estuvieran interesados en tomar medidas para proteger sus propiedades y en emplear las servidumbres ecológicas para hacerlo.

“Hablamos con muchos terratenientes comprometidos con la conservación, algunos como personas individuales y otros, en representación de empresas. Esperamos poder poner a prueba el uso de las servidumbres ecológicas en una o más propiedades en un futuro cercano”, señala Tepper.


La ubicación de las tierras que se están considerando para la protección podría ser una sorpresa. “La mayor prioridad en términos de conservación de The Nature Conservancy en Chile es el matorral del Valle Central, que se expande desde la II Región, en el norte, hasta la VIII, en el sur”, comenta Victoria Alonso, directora de políticas públicas de TNC en Chile.


“Cuando la gente piensa en conservación en Chile, piensan en bosques templados del sur o en la Patagonia”, destaca “Pero más del 18% de esta tierra se ha protegido, mientras que menos del 1% del matorral, localizado cerca de Santiago, se ha conservado”, destaca.


El informe final de Tepper a AmCham, como una Agenda de Acción para el Futuro, establece la continuación de lo que considera una efectiva y potencialmente muy exitosa alianza con TNC. Además del trabajo en curso para desarrollar los tres pilares de su estrategia, ésta contempla un simposio auspiciado por AmCham sobre servidumbres de conservación, que se realizará a principios del próximo año.


“Celebramos esta alianza con la premisa de que incrementar la conservación privada podría ser un ejemplo clásico de una situación en que las empresas y el medio ambiente de Chile ganan sí o sí”, afirma el presidente de AmCham, Michael Grasty. Y esta premisa ha sido corroborada de muchas formas durante la asociación de conservación con Henry Tepper.

“Tenemos mucho más por hacer, pero hay un enorme potencial para conservar la magnífica herencia natural de Chile, a través de medidas de conservación privadas, voluntarias y creativas”, concluye Tepper.


Por el Departamento de Proyectos Especiales de AmCham

miércoles, 10 de enero de 2007

Pacto Social por el Medio Ambiente premiará por el desarrollo


El consejero de Industria y Medio Ambiente, Benito Mercader, presentó ayer los Premios de Desarrollo Sostenible de la Región de Murcia, convocados dentro del marco del Pacto Social por el Medio Ambiente, cuya finalidad es reconocer públicamente el esfuerzo realizado en materia de desarrollo sostenible.
Los premios van dirigidos a estudiantes, profesionales, empresas, colectivos organizaciones e instituciones en el ámbito regional.
Asimismo reconocerán el trabajo empresarial, en los apartados eco-gestión, eco-eficiencia, eco-diseño y cooperación entre empresas; otro dedicado a instituciones y colectivos no empresariales, un tercero de Periodismo y un cuarto destinado al fomento de la eco-innovación.
Nueva adhesiónAsimismo, Benito Mercader y el presidente del Colegio Oficial de Biólogos de la Región de Murcia, Herminio Picazo, firmaron ayer la adhesión de esta institución al Pacto Social por el Medio Ambiente que a día de hoy tiene más de 70 organismos asociados.
El consejero reconoció la importancia de la adhesión al Pacto del Colegio de Biólogos, que supone contar con los profesionales que trabajan día a día con el medio ambiente , aseveró.
Por su parte, Herminio Picazo dijo que la adhesión se ha producido de manera voluntaria e indicó que, no sólo la Administración sino los agentes sociales, tienen que conseguir el compromiso con el Medio Ambiente y la biodiversidad por lo que afirmó que la estrategia regional debe tener un impulso formal y más desarrollo que el que ahora tiene .

lunes, 8 de enero de 2007

La estrategia europea para reducir la contaminación costará más de 7.000 millones de euros al año


Limpiar el aire que respiramos ahora en las grandes ciudades tiene su precio. Según el Ministerio de Medio Ambiente, poner en marcha la nueva estrategia europea para reducir la contaminación atmosférica costará más de 7.000 millones de euros al año, a partir del 2020 que es cuando todas las medidas tienen que estar ya en vigor.

Las reducciones de los cinco gases más contaminantes, como el dióxido de azufre o el monóxido de carbono, llegarán hasta el 80 por ciento y sólo en España existen 140 zonas donde ahora se superan los valores permitidos.
Cristina Narbona, ministra de Medio Ambiente, ha asegurado que "lo más preocupante, y así lo indica la UE, es que se producen muchas muertes prematuras debidas a las sustancias contaminates de la atmósfera; en España se estima que son unas 16.000 personas".


Ahorro
Sin embargo, según Medio Ambiente, el ahorro en salud será seis veces mayor que la cantidad de dinero invertida, porque se evitarán, a nivel europeo, 140.000 prematuras por la exposición a estos gases contaminantes.
Además, se reducirán las bajas por enfermedad y el gasto farmacéutico ligado al tratamiento de dolencias respiratorias, ahorrándose 42.000 millones de euros al año.
El Consejo de Ministros puede aprobar este viernes el nuevo proyecto de ley de calidad del aire que pretende precisamente aplicar en España estas nuevas reducciones en los gases contaminantes que aprobó el año pasado la Unión Europea.